Hoy voy a hablaros de la parafina y del uso que de este ingrediente se hace tanto en medicina como en estética.
¿Qué es?
La parafina es un ingrediente utilizado en el tratamiento de la piel y de la recuperación funcional. Su eficacia radica en el calor húmedo que transmite al cuerpo al estar fundida, hidratando en capas profundas de la piel. Es un potente hidratante especialmente indicado para pieles castigadas. También se utiliza en los centros de fisioterapia como tratamiento de recuperación funcional, ya que el efecto calor facilita el calentamiento de la fibra muscular permitiendo así llevar a cabo ejercicios de recuperación (para dolores musculares, artrosis, tendinitis, torceduras, etc.) sin necesidad de calentar previamente la zona.
¿Cómo se usa?
Aplicación Facial
- Colocar los panes de parafina en el calentador hasta su fusión completa; en ese momento la temperatura será la idónea para comenzar el tratamiento.
- Limpiar el rostro en profundidad.
- Proteger los ojos y los labios de la clienta con una gasa humedecida.
- Comprobar la temperatura de aplicación en el interior de la muñeca.
- Extender la gasa facial cubriendo la cara, y con ayuda de un pincel cubrirla con una capa de parafina. Aplicar hasta 5 capas para conseguir la consistencia deseada.
- Dejar actuar durante 20 minutos. Transcurrido el tiempo retirar la gasa junto con la parafina.
- La piel quedará perfectamente hidratada y preparada para ejercer un masaje con la crema hidratante.
Aplicación en abdomen, glúteos o muslos
- Colocar los panes de parafina en el calentador hasta su fusión completa; en ese momento la temperatura será la idónea para comenzar el tratamiento.
- Colocar el film osmótico debajo de la zona tratar.
- Limpiar la zona del cuerpo en profundidad.
- Comprobar la temperatura de aplicación en el interior de la muñeca.
- Con ayuda de un pincel cubrir la zona del cuerpo con una capa de parafina.
- Aplicar hasta 5 capas para conseguir la consistencia deseada.
- Envolver a la clienta con el film osmótico y una manta para asegurar la penetración del producto.
- Dejar actuar durante 20 minutos. Transcurrido el tiempo retirar el film junto con la parafina.
- La piel quedará perfectamente hidratada y preparada para ejercer un masaje.
Aplicación en manos y pies
- Colocar los panes de parafina en el calentador hasta su fusión completa; en ese momento la temperatura del baño será la idónea para comenzar el tratamiento.
- Sumergimos la zona a tratar, manos o pies, intentar que los dedos estén lo más separados posibles.
- Repetimos este proceso tres o cuatro veces, según sea el espesor de la parafina, hasta conseguir un grosor adecuado.
- Una vez aplicada la parafina, procedemos a cubrir la zona con plástico, o introducirla en un plástico si fuera posible (existen bolsas tanto para manos como para pies específicas) y la cubrimos con toallas para evitar que se vaya el calor.
- Es importante que no se mueva la cliente mientras esté puesta la parafina ya que ésta tiende a resquebrajase y si eso sucede no surte efecto el tratamiento. Cuando la parafina se sienta fría, se retira cuidadosamente.
La piel aparece tras este tratamiento con parafina mucho más suave y resplandeciente, como la seda.
Es importante tener en cuenta que la parafina no se reutiliza. Es importante que el tratamiento con parafina en el rostro sólo lo aplique un profesional.
Contraindicaciones
Hay que tener en cuenta algunas contraindicaciones del tratamiento con parafina. Este tratamiento no es indicado para aquellos que no puedan lidiar con el calor directo, si hay diabetes o varices. Tampoco es indicado el tratamiento con parafina si hay heridas o llagas.