Es verdad, no es ficción. Los perros pueden oler la azúcar elevada en la sangre de su dueño y alertar a la persona por medio de lamer, gemir o ladrar.
Algunos perros incluso han sido capacitados y se colocan como perros de servicio para diabéticos. La nariz huele la hipoglucemia (azúcar bajo en sangre) y es correcto el 90% del tiempo, de acuerdo con sus entrenadores.
En este enlace podéis leer más información sobre este tema y estos perros de asistencia.
http://www.bocalan.es/fundacion/perros-asistencia/diabetes/
								